miércoles, 27 de mayo de 2009

EL MASTIL DE LA PLAZA “9 DE JULIO”





Uno de los iconos que tiene nuestra Ciudad a la hora de actos de conmemoración de fechas patrióticas, indudablemente es el mástil que ornamenta la Plaza “9 de Julio”. Nos hemos acostumbrado a su estampa que recibe majestuosamente a quién ingresa hacia el centro por la calle homónima.

La mencionada plaza, en 1872 operaba con el nombre de “Carros y Frutos”, hasta que en setiembre de 1880 recibió la denominación actual. La forma que hoy tiene comenzó a tomarla en 1919, cuando se aprobó un proyecto presentado al H.C.D. por el concejal Vidal, para que se derogara parte de la Ordenanza que le dio su nombre, que destinaba tres manzanas de terreno para dicha plaza. Así fue que el P. E. procedió a enajenar cuatro solares de las manzanas Nº 184 y 171, que formaban parte de ella, deduciendo de aquellas, una calle en la dirección Este a Oeste, por el centro de las mismas manzanas y cuyo ancho fue fijado de 9,64 metros. De este modo, la plaza “9 de Julio” se correspondía de las dos manzanas restantes y se formaba la esquina donde hoy está situado el mástil.

De a poco fue tomando forma de paseo, teniendo mucho que ver la instalación del parque infantil, la construcción del Colegio “Santa María” y en 1926 la instalación de la luz eléctrica con sus correspondientes columnas, que aún hoy la ornamentan, creando un espacio cada vez más visitado.

A fin del año 1935, el entonces Jefe del Regimiento A/3, Tcnl. Alberto Guglielmone, le hizo saber al presidente municipal Domingo Dasso, que de acuerdo a lo manifestado por el Inspector General del Ejército Gral. Br. Camilo Idoate, cumpliendo una promesa realizada en ocasión de su visita a Diamante un tiempo antes, había comunicado la donación de un mástil de bandera por parte del Regimiento local para ser ubicado en plaza "9 de Julio", como contribución al Centenario de la Ciudad que se aproximaba y en el deseo “que esta ciudad, cuna de destacados varones entrerrianos y escenario de acontecimientos de gran trascendencia histórica, tuviera al igual que otras localidades argentinas, su monumento a la Bandera”.

Lamentablemente surgieron una serie de inconvenientes de todo tipo. El tan esperado Centenario no se celebró en tiempo y en forma, motivando críticas y discordias en distintos sectores de la población, incluso en mayo se dejó si efecto una Ordenanza que databa de dos años antes, que autorizaba al D. E. a invertir hasta la suma de $ 3.000 para la grabación y colocación de una placa recordatoria en el Palacio Municipal, sobre el frente de la ex calle Rivadavia (actual Eva Perón) y la publicación de 100 ejemplares de un libro sobre el Centenario (El de Leodo Yasú, que finalmente lo imprimió por su cuenta en Santa Fe, no dejando de incluir un párrafo crítico referido al tema en sus Palabras del Autor). También el mástil se demoró en su construcción a causa de estos hechos.

Mientras tanto Idoate continuaba en la idea de inaugurarlo pese a todo en una fecha propicia. En agosto informó desde Buenos Aires que donaba además una bandera de 6x4 m. para ser izada cuando llegara ese momento.

La fecha elegida finalmente fue el 25 de mayo de 1937, al conmemorarse el 127º Aniversario de la Revolución de Mayo. El acto contó con la asistencia de todo el pueblo de Diamante, realizándose una Misa de campaña, luego la bendición del mástil, construido en acero “Manesman”, de 25 m. de alto, procediéndose luego al izamiento de la Bandera Nacional donada.

Las palabras alusivas estuvieron a cargo del Tcnl. Bernardo Servat, sucesor de Guglielmone, quién luego de hacer una reseña histórica de Diamante comentaba “el significado de una exteriorización del cariñoso reconocimiento de esta Unidad del Ejército guarda para el cordial y efusivo pueblo de nuestra antigua guarnición.”

Recordaba además que “las primeras unidades llegadas a Diamante, antes que la construcción de los cuarteles, fueron alojadas en locales cedidos liberalmente por sus propietarios; la culta y virtuosa sociedad diamantina abrió a los militares las puertas de sus hogares y el matrimonio de muchas jóvenes de la localidad con nuestros oficiales y suboficiales ató definitivamente al pueblo con su regimiento, creando esa vinculación indestructible que nace del amor a la esposa, al hijo y al hogar y desde entonces, la historia del 3 de Artillería y la historia de la Ciudad son comunes, como son comunes sus alegrías y sus penas, sus esperanzas y sus angustias”.

Y cerraba su alocución, expresando: “Señor Presidente de la Municipalidad: Por intermedio de vuestra alta autoridad hago entrega de este mástil al pueblo de Diamante, en nombre del Regimiento 3 de Artillería. Modesto en sus proporciones y simple en su concepción artística y ornamental, este monumento eregido a la Bandera de nuestra Patria, encierra un elevado simbolismo en su recia contextura de piedra y acero y en su fina aguja que lanza hacia arriba, como anhelosa de altura y de cielo azul. Ella simboliza la firmeza y la estabilidad de esta raza pujante de los argentinos que avanza a ponerse al frente de los pueblos de la Tierra, bien en alto la gloriosa bandera que nos legaron nuestros antepasados, con la canción nacional en los labios y el amor a Dios y a la Patria en el corazón”.

Posteriormente habló el Intendente Dasso agradeciendo el gesto.

Desde entonces, el ya histórico mástil, es parte del paisaje de nuestro pueblo y el punto de reunión de importantes actos de nuestra comunidad.


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