sábado, 30 de mayo de 2009

COMO NACIO LA BIBLIOTECA POPULAR DIAMANTE

Habiendo desarrollado lo que fue el gobierno municipal en 1879/80 y algunos datos sobre Diamante en ese momento, me parece oportuno recrear como fue el comienzo de la institución cultural más antigua que tenemos: la Biblioteca Popular Diamante, fundada oficialmente en 1880 y que tan bien funciona actualmente.

El primer antecedente de la creación de una biblioteca en nuestro medio, la encuentro en un documento fechado el 18 de mayo de 1861, por el que el jefe político del Diamante Bernardino Ramírez le expresó al ministro general del gobierno Luis José de la Peña, "que ha sido instruido de la nota relativa a la propagación que el Exmo. Gobierno desea generalizar de la lectura de los periódicos "Revista del Paraná" y "Revista Plata", como toda aplicación de práctica a los intereses materiales del país, recomendando que de ambos números como del periódico "Uruguay" se forme un archivo por separado a fin de obtener una biblioteca departamental, a lo que pone el infrascripto todo su esmero".

El ascenso a la primera magistratura del País de Sarmiento en 1868, es lo que a los dos años le permitió crear entre otras cosas, la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares mediante la Ley 419 del 23 de setiembre de 1870; sumado el apoyo dado por Urquiza a la educación en nuestra Provincia, creando en 1869 el Departamento de Educación, entre cuyas tareas tenía el desarrollo de bibliotecas populares en cada pueblo, hizo que la Jefatura Política local organizara una biblioteca, que a pesar de ser popular, no era en sí misma una asociación independiente, sino dirigida desde ese ámbito.

Cuando en 1872, la Comisión Nacional editó Boletines semestrales con las novedades y el listado de las bibliotecas adheridas y reconocidas existentes en Entre Ríos, apareció incluida una Biblioteca Popular Diamante en nuestro medio. Esto se repitió en el primer semestre del año siguiente, pero no así en el segundo, lo que me lleva a interpretar que la revolución jordanista que tuvo eco en nuestro pueblo, hizo que dejara de funcionar de hecho como otras instituciones, incluso la corporación municipal.

En la edición del 15 de febrero de 1873 del periódico "El Guardia Nacional" de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, se publicó un artículo que decía: "Las Bibliotecas Populares en la República. Publicamos enseguida un importantísimo cuadro formado teniendo a la vista los datos oficiales, en el cual se demuestra cual es el número de bibliotecas que hay actualmente en la República, y por consiguiente cual es el grado de adelanto que en la materia de educación popular hemos alcanzado" y en el párrafo dedicado a nuestra provincia menciona, entre otras, la Biblioteca Popular en la ciudad del idem, del Diamante.

No hallo otros antecedentes de su funcionamiento, más allá que el 24 de setiembre de 1879, acompañado por una nota, don Demetrio García remite a la Corporación Municipal una colección de libros y correspondencia oficial perteneciente a la Biblioteca Popular.

Y llegó el momento en que nació según los registros oficiales nuestra Institución, y que lo comentó el jefe político del departamento del Diamante Sebastián Etchevehere, cuando escribió la Memoria Anual del año 1880, para elevar al Gobierno Provincial, donde relató:

"El dos de junio último se reunieron los vecinos más caracterizados de este pueblo con el loable propósito de fundar una biblioteca popular, cuya idea fue recibida con marcadas muestras de simpatías, nombrándose en la misma la Comisión Directiva de esta asociación.
El decreto de movilización de las milicias del departamento vino a aplazar esta idea, pero tan luego fueron licenciadas se volvió a tratar la formación de esta benéfica institución, la que ha sido fundada bajo muy buenos auspicios, con los recursos que espontáneamente le presta el vecindario. La Jefatura Política contribuyó por su parte con $ 100 para el fomento y mantenimiento de ese establecimiento.
Cuenta hoy esta institución con 600 volúmenes, mobiliario y demás enseres que les son preciso, comprados con sus fondos y muchos donados por vecinos de este pueblo.
Varios señores, vecinos de la ciudad del Paraná le han prestado a esta biblioteca una decidida protección recogiéndose más de 200 volúmenes donados en aquella ciudad.
La biblioteca instalada en este pueblo, es verdaderamente popular, porque no solo está al alcance de los que pueden pagar la insignificante suma de cuatro reales por mes, los Sres., y de dos las Sras., sino también para aquellos que sus recursos no alcanzan a pagar esa cuota, a quienes se le da libros a domicilio con la única y expresa condición de devolverlos conservados.
Este establecimiento nacido ayer, cuenta ya con vida propia porque gasta la sexta parte de sus rentas mensuales, no tiene gastos de alquiler de casa ni empleado rentado alguno.
Esto solo significa las ideas de progreso y patriotismo de que están animados los vecinos de este pueblo”.

La mencionada movilización de las milicias por decreto del Superior Gobierno, para marchar unos a la provincia de Buenos Aires y otras a la de Corrientes "para someter a los rebeldes que se levantaron en ambas provincias desconociendo la Constitución y las autoridades legales", duró hasta agosto en que la gran cantidad los diamantinos convocados regresaron al pueblo.

El 13 de setiembre ya los encontramos nuevamente trabajando en la organización de la entidad, y ha quedado registrado en ese momento la entrada de dos nota en la Corporación Municipal, la primera por la que el Presidente de la Biblioteca Popular, solicita los libros que en calidad de depósito existían en Secretaría; y la segunda, el mismo Presidente comunicando que con los recursos que el pueblo le prestaba van a reinstalarse e invita a la Corporación que se suscriba con ese objeto. Se le otorga $ 5 para dicha cuestión y $ 27 mensuales para su sostenimiento.

El problema del local donde funcionaría se soluciona al facilitar el Director de la Escuela de Varones una pieza del recién construido edificio escolar para las escuelas de ambos sexos, en el solar frente a la plaza San Martín, que hoy ocupa su sucesora, la Escuela Nº 1 Independencia. Todo está listo para abrir sus puertas y se decide el último día de octubre para que ocurra, lo que es noticia en el periódico "El Orden" de la ciudad de Paraná, quien publica en su Nº 22: " Biblioteca Popular Diamante. El 31 del corriente debe tener lugar en el Diamante la inauguración de la Biblioteca Pública, institución que ya cuenta con un número considerable de volúmenes y obras importantes.
La instalación de una biblioteca en aquel pueblo, es un acontecimiento para sus habitantes, pues no creían tal factible su instalación. Esto demuestra en parte su adelanto intelectual en que se encuentra y los trabajos que se han hecho para llevar a cabo tan feliz idea".

Lamentablemente, al haberse extraviado el primer libro de actas de la Institución a causa de las distintas épocas que le tocó vivir, y que en algún momento estuvo inactiva y sin local, no es posible todavía reconstruir cual fue la primera Comisión que tuvo el honor de fundarla. De todas maneras, el segundo libro que continúa con su funcionamiento en 1883 nos muestra que la comisión en ese momento era integrada como Presidente: Nereo Melo, Vice Presidente: Pedro Camarero, Secretario: Dionisio Rodríguez, Tesorero: Ricardo García y Vocales: Andrés Casinelli, Lucas Aristimuño, Esteban Castillo, Enrique Crick y Vital Román.

Es de suponer, por los antecedentes que encuentro de esa época, que ellos fueron los iniciadores, más allá de los cargos que habrán ocupado. No figura en esta lista el nombre del que fuera Tesorero un año antes y que he encontrado firmando recibos de haber recibido la suscripción mensual que otorgaba la Municipalidad: Crescencio Enrique.

Tampoco quiero dejar de mencionar a quienes se sumaron a esta iniciativa en 1880, apoyando desde sus ámbitos para que fuera una realidad: al entonces Jefe Político Sebastián Etchevehere, al Director de la Escuela de Varones Gabriel Cisneros y al Presidente de la Corporación Municipal y también integrante de la Comisión: Enrique Crick

En el verano de 1883 el horario de atención al público era de 19:30 Hs. hasta las 21:30, no habiendo concurrencia, mientras que se estableció que en invierno, al finalizar setiembre, el horario se adelantaría una hora.

Durante ese mismo año, se nombró Secretario a Miguel Taberner, Tesorero a Esteban Ibañez y como Bibliotecario a Pedro Echagüe, quien al poco tiempo es reemplazado por Eduardo Ezpeleta y a su vez, a los pocos días se designa a Felipe Basualdo

También fue necesario adecuar los estatutos, para lo que se nombró una comisión para reformarlos, estando integrada por los señores Francisco Herrera, Francisco Masó y Antonio Casinelli.

A partir de junio del año siguiente se siguió renovando la comisión, en general, por un tiempo sigue la misma gente y alternan como presidentes Nereo Melo, en 1885 Antonio Casinelli, en 1886 Pedro Camarero, quien a causa del pedido por parte del Director de la Escuela de Varones de la pieza que ocupaba la Biblioteca por ser necesaria, se alquiló una habitación de una casa, la que se mantendría hasta mediados de marzo de 1887, en que don Demetrio García les cede un salón de la casa que tenía frente a la plaza, en las hoy calles Urquiza y San Martín, esquina Sudeste.

Siguieron anualmente los cambios de Comisiones Directivas, y en 1892, la Biblioteca, aceptando un ofrecimiento del Presidente del Consejo General de Educación de la Provincia, ocupa nuevamente una habitación en la escuela, ahorrando así el alquiler de $ 10 mensuales por la casa que se ocupaba.

A partir de allí ocupó diversas sedes y también tuvo que superar los consabidos altibajos de este tipo de instituciones, debiendo interpretarse luego de esta reseña que su fundación data de 1872 por una cuestión de criterio, pues al haber sufrido varias paralizaciones en su funcionamiento, siempre se consideró que hablamos de la misma institución y existe una relación entre cada una de sus etapas.










Ricardo César Brumatti

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