domingo, 19 de abril de 2009

LA PRIMERA COMISIÓN ESCOLAR DE DIAMANTE Y LA ESCUELA DE PRIMERAS LETRAS




El gobierno provincial nombró una comisión constituida por un Presidente, siete Vocales y un Inspector Visitador General, que tenía como objetivo principal llevar a cabo la enseñanza obligatoria y gratuita a todos los niños de seis a trece años. Para ello se determinan los métodos de enseñanzas más modernos y se contratan los mejores maestros del momento, quienes tenían la obligación de presentar exámenes anuales y la lista de los alumnos que terminaban su educación. El Gobierno pagaba los sueldos de los Preceptores y costeaba los útiles de enseñanza. Todo este movimiento administrativo ha quedado archivado y nos permitirá seguir no solamente la evolución de nuestra escuela de Primeras Letras, su personal a través de los nombramientos que se realizaban, los inventarios con que recepcionaban y entregaban el cargo, las memorias anuales que elevaban, etc.

A raíz de estas medidas, el 10 de noviembre se nombra la Comisión Inspectora de la Escuela de Primeras Letras en el Diamante, siendo designados como Presidente don Antonio Ríos y como Vocales Domingo Madolell, Benito Pujato y Manuel Agulla.

La Comisión contrata como maestro a Dn. Valentín Zamora. Este tenía los antecedentes de haber regenteado desde principios de la década de 1840 una de las escuelas existentes en Paraná, subsidiadas por el gobierno, pero tuvo que terminar sus actividades en 1846, al ser una de las que no se les renovó el apoyo económico, hasta que el 10 de abril de 1848 es nombrado Secretario de la Comandancia General del 1º Departamento Principal con asiento en Paraná y de allí vendría a ocupar el cargo.

Al mismo tiempo son instaladas, una escuela en distrito Salto, a cargo del preceptor Baltazar Echagüe, otra en Costa Grande, dirigida por Severo Uriarte y la de Palmar por José María Calderón

El edificio escolar del Diamante, que se trataba de una casa de ladrillos con techo pajizo, se encontraba ubicado detrás de la iglesia, dando su frente, por los antecedentes que encuentro, a la hoy calle Belgrano

Para que viva el nombrado Zamora, el comandante Hernández expresa en una nota "El rancho que se me ordena haga hacer para el maestro y su familia, si es de su aprobación lo haré hacer de adobe crudo, con dos puertas medianas y una ventana de pan‚ de soga de 10 varas, la formarían 2 piecitas en un sitio particular economizando lo que sea posible para que después quiera enajenarse se haga con poco o ningún gasto. Por estar el río muy alto y no poderse hacer de madera ni gastar casi igual cantidad".

Es indudable, que el empleo ofrecido no cubre las expectativas del preceptor, ya que con fecha 16 de enero de 1850 eleva su renuncia, nombrándose en reemplazo a don Benito de la Torre a partir del 15 de febrero.

El nuevo Preceptor, del que no he encontrado antecedentes de su actuación, tiene una duración efímera, ya que el 31 de agosto de ese mismo año, por nota, el receptor de rentas Agulla y a la vez integrante de la Comisión Escolar recibe la orden de pagar "a partir del día 14 del cte. la suma de $ 25 al patriota Federal Dn. Juan Méndez, nombrado maestro de escuela de esta Villa por la Junta Directora con la aprobación del Superior Gobierno".

La actividad de la escuela se ve ensombrecida el 4 de febrero de 1851, cuando "el lamentable suceso que ha sucedido en esta Población, del incendio total del Establecimiento de primeras letras, de que fue avisado por el Cuerpo de Guardia de la una a las dos de la mañana de este día, siéndole tan sensible no haber podido de manera alguna salvar el menor útil de él, pues a más de estar muy avanzado del fuego, el recio viento que había eran inconvenientes imperiosos, no obstante que se acudió en el acto con el Cuerpo de Guardia y la Partida de Policía, pero advirtiendo que todo esfuerzo era en vano, solo se procuró atender a las casas que por su inmediación estaban expuestas, principalmente la del señor Administrador de Rentas, que actualmente tiene en ella la Oficina de su cargo" según el parte que envía Hernández al ministro Galán.

Se toman medidas para solucionar el inconveniente, y es así que el mismo día, Hernández ya anuncia "como anterior hubiere acordado con Ud. sobre lo que se había pensado de meter pared al rancho de que se nos ha incendiado, tenemos ya tomado como 20 mil ladrillos, parte allí en el destino y otros pronto y ya pagos por el Estado, tenemos también dos puertas de tres varas que sobraron por la reforma de la Iglesia, si le pareciere oportuno el que hiciéramos trabajar la escuela conforme lo pensábamos, dignesé ordenarme y también mandarnos el plano, que por nuestra parte haremos lo posible por hacer algo para ayudar a los gastos."

La obra comienza a la brevedad, y en la Relación Estadística del Departamento del Diamante, correspondiente al mes de febrero de 1851, firmado por el comandante militar y en el párrafo destinado a Edificios Públicos, expresa: "El día 10 se dio principio a la construcción del edificio, que va a servir al establecimiento de escuela de primeras letras, cuyo edificio tiene: veinte varas de largo y seis de ancho de techo pajizo; con dos puertas, una de doce cuartas de alto en un mojinete y la otra de diez y media en el costado interior; con el correspondiente ancho; siete ventanas de siete cuartas de alto y competente ancho, cuatro en el costado exterior y tres en el otro costado, y se continúa su construcción".

Es interesante destacar, relativo a esta obra, que aún se conservan varios recibos de pagos a los albañiles y peones que trabajaron en la misma, también los trabajos realizados por Juan Fourquet en su arte de carpintería por ocho bancos para escribir, doce bancos con asiento, una mesa para el Preceptor y un banco para el Preceptor; siete ventanas de madera fuerte, dos marcos para la puerta; como así también un recibo firmado por Vicente Calavia por la colocación de setenta y dos vidrios en las ventanas del edificio.

La obra avanza rápidamente y en la Relación Estadística del mes de agosto Hernández, asienta "El edificio destinado para la Escuela del Estado, se concluyó el día 27 y está rindiendo el servicio para el que está destinado".

En setiembre se le abona a Francisco Barrabino por pintar aberturas, bancos y cielorraso de la escuela, con aguarrás, pintura negra, blanca y colorada y aceite de linaza.

Al cesar en sus funciones el preceptor Juan Méndez el 6 de abril de 1852, el Gobierno de la Provincia lo reemplaza por José María Calderón, ex Preceptor de la Escuela del distrito del Palmar que es cerrada y se traslada los niños al Diamante. El día 20 se nombra para integrar la Comisión Inspectora de Escuelas del Diamante a Juan Pujato y Manuel Hernández, la que termina de organizarla.

En vista de la cantidad de niños que asistía a clase se designa para ocupar el cargo de Ayudante a Vicente Madolell, quien estaría en el cargo hasta el 9 de febrero de 1854.

Esta escuela funcionaría así hasta 1860, donde veremos que se crea el Consejo de Instrucción Pública de la Provincia, que tendrá a su cargo la dirección inmediata y la vigilancia de las escuelas y especialmente de las primarias. Se reglamenta el funcionamiento de los establecimientos y los programas de enseñanzas, y como es el caso de Diamante, se la divide en Escuela de Varones y la de Niñas, lo que será motivo del próximo tema.

Un trabajo de Ricardo César Brumatti

Historiador

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