martes, 20 de noviembre de 2007

Como se vivió el momento de la fundación



Al hablar de la fundación de Diamante, normalmente se comenta lo que nos testimonian los documentos que se conservan de ese momento y nos dejan el concepto de esa medida generada por el gobierno provincial, dándole forma jurídica a una población que ya existía de hecho. La pregunta que me hago y que trato de darle respuesta, es ¿cómo vivieron los habitantes ese momento en Punta Gorda?.

He desarrollado en trabajos anteriores, la forma en que paulatinamente se fue poblando Punta Gorda, motivando que las autoridades nombraran a partir de 1830 un comisionado que se hiciera cargo del control del punto. A partir de 1832, el que fue designado fue el teniente de las milicias entrerrianas Marcos Cuello, en cuyo mandato no sólo continuó con las actividades impuestas, sino que le tocó vivir los momentos previos a lo que fue la fundación.

A quedado documentado que la idea del gobernador Echagüe fue llevarlo a la práctica, aprovechando el traslado de los guaraníes desde la zona de Mandisoví, que no fueron todos los que inicialmente formaban el grupo, sino que al final solamente una parte de ellos fueron de la partida, como lo desarrollaré en un próximo trabajo.

Esto se desprende de una carta que le hizo llegar con fecha 28 de setiembre de 1832, el delegado eclesiástico Francisco Dionisio Alvarez, con asiento en Paraná, al Obispo Mariano Medrano y Cabrera, expresándole que “Igualmente el Gobº ha determinado población en Punta Gorda, pertenencia de este Curato, y como se fundará también capilla, suplico a SS. Ilma. tenga a bien la erección en ésta, por ser sumamente útil y concederme poderla bendecir cuando esté en estado de perfección. Y como los principales fundadores son guaraníes refugiados allí y protegidos por el Gobierno, y siendo pocos castellanos, se hace preciso nombrar un notario para los matrimonios de éstos, por lo que espero a la bondad de su Ilma. me faculte para dicho nombramiento y me despache los títulos correspondientes".

Referido a esta nota, podemos deducir dos cuestiones: una que en realidad, a pesar que se podría entender que estos guaraníes serían la base del pueblo, en honor a los datos que poseo del resto de los habitantes del lugar, estos últimos lo superaban en número, pero con la limitación que revistaban en las milicias y permanentemente eran convocados a campaña. Lo mismo les ocurriría con el tiempo a muchos de los indígenas llegados.

La otra cuestión, es relacionada a esa capilla solicitada, la cuál creo firmemente que se construyó, dado que estudiando las costumbres de ellos, cada vez que llegaron a un nuevo lugar en esos tantos desplazamientos que tuvieron a causa de los problemas que les tocó vivir, fue una constante la construcción de un edificio de paredes de barro y techo pajizo para ese fin. Posteriormente fueron varias las visitas sacerdotales desde Paraná con fines pastorales, como una documentada en 1839 con membrete de la “Capilla interina de los Indios Diamante” titulada “Las criaturas que han echado los óleos” y la lista de los que recibieron el sacramento con padrinos incluidos. Además podríamos considerar como otro elemento que fortalece esta posición, el párrafo que figura en un inventario confeccionado el 5 de febrero de 1855, archivado en el Arzobispado de Paraná, listando los elementos que existían en el templo recién construido (la hoy casa parroquial), donde se menciona una “iglesia bieja”.

Lo cierto es que el pueblo existía de hecho, con una cantidad más o menos de trescientos habitantes, y había de esperar cuatro años más para que tuviera su fundación.

La decisión de Echagüe de elevar el proyecto a mediados de febrero de 1836 para realizarla, hizo que se hiciera realidad y el 27 la Legislatura terminó de ajustar los detalles del texto y lo convirtiera en Ley, promulgándolo el gobernador el 1º de marzo.

Hasta allí todo el trámite fue administrativo. No hay documentación que acredite que en ninguna de esas dos fechas, en Punta Gorda se enterasen de lo que estaba ocurriendo o que hubiere algún festejo por ese motivo.

Podríamos suponer que Cuello habrá escuchado algún comentario, pero lo cierto es que no existió ninguna noticia oficial del acontecimiento. En esa orientación, recorrí los índices de las comunicaciones oficiales que salieron desde el gobierno provincial, haciendo hincapié principalmente en la proveniente del ministro Carriego, como los libros copiadores, con resultado negativo

El 29 de febrero, acompañadas por nota de la Legislatura y firmada por su presidente Uzín, pasaron a manos del Ejecutivo "las dos adjuntas leyes sancionadas en el día de sus fechas por la Honorable Representación, la una sobre contrabandos, y la otra para el establecimiento del Pueblo Diamante en Punta Gorda", lo que permite seguir razonando que la fundación estuvo relacionada, no sólo con la organización institucional de la Provincia, meta de Echagüe, sino además, con la posibilidad de otorgarle peso jurídico al lugar, en cuanto al nombramiento de autoridades y ser considerado en el presupuesto anual, a efectos de lograr el propósito secundario, pues el lugar seguía siendo un puerto natural muy usado por la gran cantidad de navíos que transitaban el Paraná, como así la cercanía de las islas y el camino tan usado para el cruce a Santa Fe, como era el Paso del Rey o de la Manga y que requerían un mayor control. Se puede apoyar esta idea también, que con fecha 5 de ese mes se sancionó la Ley de Aduanas, fijando pago de gravámenes a la salida de ganado en pie, como productos provenientes del ramo, a elementos traídos por vía marítima desde otras provincias, como telas o vestuario confeccionado, maderas, frutos, legumbres, metales, harinas, etc.

Luego de la promulgación, el ministro Carriego se encargó de enviar dos copias legalizadas de las leyes a otras reparticiones para su conocimiento, recomendando poner "su mayor celo en el cumplimiento de la relativa al contrabando", pero llamativamente no aparece ninguna remitida a Diamante.

Recién el 11 de ese mes, Carriego realizó dos comunicaciones desde Paraná al Diamante: una al teniente de milicias Marcos Cuello, en la que le expresaba: "El Gobierno ha dispuesto con esta fecha que el Capitán de Milicias don Pablo [sic] Muñoz se encargue de Punta Gorda hoy el Diamante: para el cumplimiento de esta superior disposición es de necesidad que Ud. reúna el vecindario de ese punto el 1º día festivo, y le haga reconocer como tal Encargado, y de haber tenido efecto esta disposición dará Ud. cuenta al Gobierno. El infrascrito al cumplir con lo ordenado por V. E., tiene también orden para dar a Ud. las gracias por el buen desempeño en el encargo que interinamente se le confió. Dios guíe al teniente de milicias muchos años".

La otra la envió al capitán Antonio Muñoz: "Adjunto encontrará Ud. el Despacho que el Gobierno a tenido a bien expedir nombrándole Encargado del Punto del Diamante en lugar del que lo era don Marcos Cuello, quien lo hará reconocer como tal Encargado el primer día festivo. El Ministro infrascrito de orden de S. E. le encarga que al entrar a ejercer las funciones de Encargado de tan importante punto, preste toda la consideración posible para mantener la buena armonía y tranquilidad de ese vecindario, pues son precisas condiciones en Ud. la honradez y demás virtudes por que lo hacen digno de la confianza del Gobierno".

Cuatro días más tarde, en nota fechada en "Punta del Diamante", Cuello contestó al Ministro: "El que suscribe, dice haber recibido la nota Superior de V. y en su consecuencia digo a V. y con esta fecha he reunido la gente y le he dado a conocer al Sor. Capitán Antonio Muñoz y he convenido con todos los buenos comportamientos y el respeto debido al Sor. Encargado. Yo mismo hubiera bajado a ésta con el cargo de darle las gracias, pero el Sor. Muñoz me hace quedar para esperar al Sor. Gobernador. Dios guarde muchos años"; mientras que Muñoz también informó la recepción, expresando en una primera nota: "El que firma da cuenta al Sor. Ministro, haberse recibido del ya indicado punto, en lugar del Sor. Teniente don Marcos Cuello, como se le ordenó; lo que ofrece al Exmo. Gobierno desempeñará con el deber y delicadeza que es debida a su honor no dudando cumplir como se le encarga, y de quedar recivido lo avisa a su Exa. para los fines conciguientes."; y luego en otra misiva, pero dirigida al Gobernador, haciéndole saber que había recibido ese Punto tal como había sido ordenado, más cinco lanzas y ocho bueyes.

A esto debemos agregar, que Cuello quedó secundando a Muñoz en el escuadrón de milicias acantonadas en el lugar y en varias oportunidades quedó a cargo, al ausentarse el titular.

¿Habrá sido en ese acto realizado el 15 de marzo que la población se enteró que habitaban un pueblo que a partir de allí se llamaba "El Diamante"?, ¿cómo lo habrán celebrado?. Lo cierto es que para ellos en la práctica nada cambió en la vida que llevaba. No existían calles, ni alumbrado público o la posibilidad de atención médica. No se aprecia en la documentación oficial existente hechos que lleven a pensar un progreso en esa situación.

La única medida del gobierno provincial, fue contratar un ingeniero para delinear su planta, el área necesaria para chacras y pastos comunes. Juan Bautista André fue el agrimensor que realizó el relevamiento del pueblo y preparó un plano, dirigiendo además el correspondiente amojonamiento y agregando "la lista de los individuos que tienen sitios en dicho pueblo".

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