sábado, 14 de mayo de 2011

RESEÑA DE LOS COMIENZOS DEL CLUB ATLETICO DIAMANTINO EN SU ANIVERSARIO

FUNDACION: 15 DE MAYO DE 1917


Se cumple otro aniversario de la fundación de uno de los clubes más populares de Diamante, evidenciado en sus años de vida un gradual y ascendente progreso. Su historia ha tenido varias épocas, que lo marcaron y fortalecieron y en esta apretada síntesis trataré de reflejar algunos de los momentos más importantes de la vida institucional.


Todo comenzó allá por 1916 con un grupo de jóvenes entusiastas aficionados a la práctica del fútbol, entre quienes nació la idea de formar un centro deportivo y cuyo propósito era pasar momento de solaz y esparcimiento.


El primer "campito" de juego utilizado por ellos -según testimonio escrito dejado por don Francisco Viccini- fue la plaza “9 de Julio”, fue una de las dos manzanas que comprendía dicho paseo, la situada al Este y que estaba adornada por una gran arboleda, cuando aún no estaba el parque infantil, que recién se formaría por iniciativa del Dr. Alfredo Materi en 1919.


Dicho predio, aún era usado como el lugar de estacionamiento de los carros que traían los productos del campo con destino al mercado o al puerto (recordemos que desde 1872, la plaza recibía la denominación de "Plaza de Carros y Frutos" y que posteriormente en 1880 se la denominó "9 de Julio", pero cumpliendo todavía con esa finalidad). Indudablemente, este marco le proporcionaba disponer de público en los "picados" que se jugaban.


Pero estas reuniones deportivas, aparentemente no fueron del agrado de las hermanas del Colegio, quienes veían que no eran compatibles con el ritmo y la tranquilidad impuesta en ese momento al establecimiento. Así fue que en conversación con las autoridades municipales, lograron que se le diera la opción de ocupar una parte de la plaza “25 de Mayo”.


Esta plaza creada en 1888 en las Manzanas Nº 167, 168, 180 y 181 (actual sede del C.A.D.), ya servía como de "Ejercicios Físicos" por disposición de la Municipalidad.


Durante 1917, el grupo estaba conformado por varios chicos y ya acompañados por otros no tanto, entre los que se encontraban Alfredo y José Luis Airaldi, Ladislao Balbarrey, Agustín Bártoli, Carlos Ferlatti, Arturo Fleischmann, Dionisio López, Walter Motta, Jorge Müller, Ricardo Muñoz, Paulino Prat, Santiago Ré, Renato Sampietro, Ramón Sanguinetti, Ramón Stello, Fernando Secundini y Francisco Viccini.


Creció la idea de conformar un club y sentar las bases para desarrollar actividades deportivas y sociales, lo que atrajo muchos simpatizantes. Así se convocó a una formal reunión para el 15 de mayo, donde se eligió la primera mesa directiva de la entidad, que se integró de la siguiente manera: Ladislao B. Balbarrey, Presidente; Alfredo Airaldi, Vice; M. R. Sanguinetti, Secretario; Gabriel Albisú, Pro; José L. Airaldi, Tesorero; Santiago Ré, Vocal 1º; Ramón Stello, Vocal 2º; Arturo Fleischmann, Vocal 3º; Pascual Semberoiz, Vocal 4º.


Inmediatamente se organizaron los equipos de jugadores, se marcó la cancha de fútbol y se le colocaron los arcos, compartiendo en ese momento el lugar con los aficionados al tenis, que también construyeron dos canchas para "Lawn Tennis" asegurando "en nada perjudicarán a la cancha de Foot-Ball instalada" (fueron ubicadas más o menos donde actualmente se encuentra el gimnasio).


Hasta ese momento las reuniones se llevaban a cabo en distintas casas, por lo que durante 1918 se decidió alquilar para ese fin, una propiedad a los señores Ré Hnos. para instalar además una sala de lecturas, juegos de damas, ajedrez y otros, llegando inclusive a practicarse boxeo, que luego no prosperó.


En 1920 se contaba con un regular capital y se gestionó la compra de una sala de gimnasia que tenían instalada en la casa del señor Zubielqui, a fin de disponer de sede propia, pero a la vez se presentó la oportunidad de intervenir en los campeonatos de la "Liga Paranaense de Foot-Ball", por lo que se prefirió no descuidar la faz deportiva y se dejó para más adelante la idea de la adquisición del local, pues se seguía disponiendo con el campo de deportes en la plaza "25 de Mayo".


Otro paso importante fue la confección de los estatutos, que permitió que el 5 de mayo de 1922 le fuera acordada la Personería Jurídica por el Gobierno de la Provincia.


En este momento apareció un detalle que dio la posibilidad de realizarse las primeras obras en el campo de deportes. Todo se inició varios años antes, cuando en 1911 estuvo a punto de construirse el edificio propio de la entonces Escuela Elemental Nº 1 "Manuel Alberti" (El Nº 2 le fue impuesto en 1919). Con ese fin, la Municipalidad de Diamante, a través del Presidente Municipal don Crescencio Enrique adquirió los solares donde hoy está construida al vecino Luis A. Varela. En ese momento, a pesar del proyecto, la escuela no se llegó a levantar al no cumplir la empresa constructora con los pliegos de la Licitación).


Como la Escuela "Alberti" continuaba alquilando y cambiando de local bastante a menudo, en 1921 el comercio diamantino, centralizados por los dirigentes del "Centro Comercial e Industrial" realizó una colecta para concretar de una vez por todas la construcción del edificio propio, pero lamentablemente la suma recaudada fue insignificante para tamaña necesidad, por lo que surgió la idea que dicha suma podía ser destinada a obras edilicias en la plaza "25 de Mayo", pero como el dinero estaba en poder del gobierno provincial, se debió solicitar su devolución.


Las gestiones la llevó adelante el entonces Presidente del Club, Ing. Augusto Calcena, obteniendo el pago de la suma de diez mil pesos después de tres años de trámites con el apoyo del diputado provincial Dr. Belisario Hernández, quien sirvió de garantía ante el Ministerio de Hacienda para el cumplimiento de los fines impuestos.


Estos fondos permitieron que se construyera el frontón, dos saloncitos, un cuarto de baño y otro de servicio, no alcanzando para unas tribunas que se tenían proyectadas, que fueron terminadas e inauguradas el 21 de junio de 1925. También fue muy importante la colaboración de caracterizados vecinos.


Mientras tanto, durante 1923 y siendo presidente don Darío Sampietro, se construyó el primer cercado de la plaza, lo que fue aprobado por el intendente municipal Leonidas Cardoso, dada la conveniencia por su uso para las actividades escolares, ya el predio seguía administrado por la Municipalidad, mediante una comisión que se llamaba "de Ejercicios Físicos", con la misión de fomentar, organizar y dirigir los deportes en general.


El hecho de realizarse todas las mejoras mencionadas, tuvo como contrapartida que el Concejo Deliberante sancionara el 18 de setiembre de 1924, una Ordenanza concediendo autorización al Club para que quedara a cargo por diez años de la plaza, reservándose el municipio el derecho de otorgar a otros clubes permiso para practicar deportes.


Así se llegó a 1934, cuando se presentaron sendos expedientes por parte del Club Atlético Diamantino, la Federación de Foot Ball y el Club de Tennis Diamante, quienes solicitaban la concesión de la plaza “25 de Mayo”, por lo que la Municipalidad de Diamante se vio en la necesidad de sancionar la Ordenanza de fecha 24 de noviembre, por la que procedía a hacerse cargo bajo inventario de las construcciones convenidas con el C.A.D. en la plaza “25 de Mayo”. Se nombró una comisión de cinco miembros que se llamó Comisión Municipal de Ejercicios Físicos. Durante 1941 se construyó la cancha de Basquet con piso de ladrillo "picado".


La situación descripta se mantuvo hasta 1942, cuando se resolvió otorgar a la Institución la mencionada concesión por el término que fijara el Departamento Ejecutivo.


Posteriormente, en varias oportunidades se le concedió prórrogas a esa concesión, en otras se la revocó, existiendo casi siempre en estas alternativas cierto trasfondo político y no tanto de cuestiones de legislación, como la ocurrida en abril de 1953 cuando los socios se enteraban a través de la hoja periodística local “Orientación” que por Resolución en Sesión Extraordinaria del Concejo Deliberante se privaba al Club de su campo de deportes.


Esto motivó que enviaran telegramas al Presidente de la Nación Gral. Juan D. Perón, al gobernador de Buenos Aires Carlos Aloe, al ministro del interior Angel Borlengui y al presidente de la comisión general de deportes Rodolfo Valenzuela donde se solicitaba a las autoridades nacionales intercedieran ante el municipio local por el despojo que consideraban injustificado.


Estas gestiones no tuvieron éxito en lo inmediato y recién en marzo de 1956 el comisionado municipal Luis Rubén Cabrera les comunicó que por Ordenanza Nº 178/56 se efectuaba la concesión del campo de deportes por 25 años con opción a 25 años más.


En lo concerniente a la vida social del club, para las reuniones, ágapes y bailes se utilizaron distintos locales: en junio de 1941se inauguró la sede social en calle Belgrano 284, la que se ocupó durante un tiempo; en 1944 se organizaron en Teatro Marconi, en el 1946 en el Club Olimpia (luego ocupado por Alumni), al otro año se alquiló la pista de baile existente en calle 25 de Mayo entre Belgrano y Rivadavia (actual Eva Perón) y también los bailes de carnaval lo realizaron en la pista "Las Delicias" (Esq. Urquiza y 25 de Mayo), alquilándose luego el salón del Cine Centenario a la Sociedad Sirio Libanesa.


Un paso trascendente que acercó a la mujer a la vida activa del Club, fue el 13 de agosto de 1941 al autorizarse la conscripción de socias, figurando en los registros como las dos primeras las Srtas. Adela y Catalina Jordán.


Un momento que hizo tambalear la situación financiera del Club fue a raíz de lo acontecido en junio de 1944, cuando por disposición interna de Jefatura del Regimiento A/3, los Oficiales y Suboficiales no estuvieron autorizados a ser socios de institución alguna, por tal razón los totales del club bajaron de 132 a 55. Este problema duró por un tiempo hasta el cambio de Jefatura, aunque no fueron pocos los que se arreglaron para seguir asistiendo "extraoficialmente".


En esta etapa se realizaron algunas obras que significaron un adelanto para la institución, como ser en 1955 el intendente municipal Eliberto S. J. Tachella contrató a don José Justino Gebobiche para la construcción de la portada del campo de deportes (en ese momento perteneciente al municipio y denominado "Eva Perón").


Durante 1956 se autorizó al Sr. Virgilio a que iniciara tratativas para la construcción de dos canchas de bochas, que se concretó al año siguiente, ya con la idea que más adelante que serian cubiertas. También se comenzó a construir un tapial verja sobre calle 25 de Mayo, con una extensión de 75 metros. Agreguemos a esto, el nuevo palco escenario en la pista de baile.


Además, accesoriamente ante la intensa vida social del Club, se alquiló e inauguró el local de invierno en avenida Sarmiento entre 3 de Febrero y Buenos Aires.


Debido a problemas en la administración del Club, el 26 de noviembre de 1960 se aprobó su intervención antes de que terminaran el mandato de las autoridades, asumiendo por dos años una Comisión Interventora, integrada por Gilberto Donda, Francisco Virgilio y Jorge Santana (P). En ese difícil momento fue destacado el gesto del socio Ramón A. Albornoz por propia iniciativa facilitó la suma de dieciocho mil pesos para ayudar a sanear la situación financiera


Encarrilada la marcha del club, se logró a través de varias gestiones que el 13 de noviembre de 1967 la donación del terreno que constituyen las mzas. Nº 167, 168, 180 y 181 y por Decreto Nº 9878/67 se otorgara la escritura traslativa de dominio.


En un emotivo acto realizado el 13 de abril de 1969, el Dr. José Antonio Chemez procedió a hacer la entrega simbólica de la escritura de propiedad de los terrenos que les otorgara la Municipalidad de Diamante al socio fundador y ex presidente Dn. Juan de la Cruz Pérez.


Durante 1978 se realizan dos grandes obras: una, por convenio entre la Municipalidad de Diamante y el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, representados por el secretario de estado y bienestar social Marcó y el intendente municipal Eduardo Palomeque, donde se otorgó el dinero para la construcción de la pista de atletismo; y la otra en agosto se finalizaba el techado del salón Social.


Y llegando a épocas más recientes se construyeron e inauguraron: en 1988 y 1989 el G.U.M., que luego fuera destruido por un tornado al año siguiente y reconstruido en 1993, en mayo de 1991 los vestuarios y túnel hacia la cancha de fútbol, convirtiéndose así en la mejor dotada de la zona, en 1997 el complejo natatorio, entre 2001 y 2002 se techó la cancha de Pelota a Paleta, utilizándose como Subsede del IV Campeonato Mundial de Pelota a Mano.


Así, desde esos pioneros, que desde el primer momento fueron llevando adelante sus sueños, uniéndose en el tiempo personalidades progresistas, quienes advirtieron siempre la necesidad y la conveniencia de efectuar mejoras y dotar a la institución de instalaciones que dieran mayor comodidad a los concurrentes.


Con ese mandato implícito legado de generación en generación, se puede observar al recorrer la historia del Club, que se llevó a sacar partido de los buenos momentos y de la adversidad. Las sucesivas comisiones actuaron tras dos objetivos básicos: el social y el deportivo. Esto ha sido determinante en su crecimiento y su presente lo confirma, pero seguramente el gran logro es el haber conseguido acercar a la familia al incorporar otras actividades, dando cabida a las diversas inquietudes y preferencias que se dan en el seno de ella, convirtiéndose en factores de mutua realimentación.


A la vez encuentro un denominador común en todos los socios, que es otra de las claves de la trayectoria y vigencia de "Atlético" y de lo que no puede explicarse de otro modo: eso que en lenguaje de barrio se llama "tener la camiseta puesta", poniendo afecto y sentimiento en una relación que ha generado un vínculo muy fuerte entre ambos.


EI Club Atlético Diamantino puede estar orgulloso de sus años, porque ha compartido en ese tiempo lo mejor de su gente. Ha crecido y evolucionado como parte de la ciudad y sus historias marcan una permanente presencia en muchos de los capítulos de la historia diamantina


Nota del autor: Para esta reseña histórica ha sido importante el material aportado hace unos años por el señor Luis Rodríguez y por el entrañable Raúl Amor.

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