lunes, 13 de septiembre de 2010

60° ANIVERSARIO DE LA INAUGURACIÓN DEL TEMPLO PARROQUIAL

Coincidentemente con la fiesta patronal, este 16 de setiembre de 2010 se conmemora los 60 años de la fecha en que fuera inaugurado nuestro templo parroquial, tras medio siglo de esfuerzos para poder concretarlo.

Desde esos primeros proyectos a fines del siglo XIX, para dotar a la comunidad de un edificio que reemplazara a ese templo provisional mandado a construir por el general Urquiza y la oportuna llegada de los sacerdotes de la Congregación del Verbo Divino, permitió que en 1899 se procediera a la colocación de la piedra fundamental e iniciación de las obras.

Fueron varias las etapas que se necesitaron para concluir tamaña empresa.

La primer parte se realizó siguiendo los lineamientos del proyecto realizado por el arquitecto J. B. Arnaldo en 1895, para lo cual el P. Ludgero Grütter puso todo su empeño junto a una entusiasmada feligresía, colocándolo bajo la advocación de la Virgen de la Merced. Esto trajo aparejado algunas polémicas, por lo que se debió dejar muy en claro ante las autoridades eclesiásticas: "que al designar como titular del nuevo templo a la Santísima Virgen de la Merced, no es nuestro ánimo cambiar el patrono de la parroquia, que lo será siempre el glorioso San Cipriano Mártir".

La obra avanzó rápidamente y el 25 de marzo del año siguiente se inauguró la primer parte del nuevo templo, que consistió en la sacristía, seis metros del presbiterio y una parte de la nave central.

El 19 de setiembre de 1900 se autorizó al P. Grütter a transformar la antigua iglesia en casa parroquial.

Al otro año, estando a cargo como Cura Párroco el P. Weber, se reiniciaron las obras ensanchándose el presbiterio y continuando la nave central.

En 1908 se continuaron las tareas construyéndose las dos bóvedas chicas y en unos meses, se terminó el revoque del antefrente de la Iglesia, la colocación del piso de mosaico y las gradas de mármol.

Al fundarse en 1914 la Liga Patriótica Argentina de Damas, con esta institución como motor se renovaron las actividades de recolección de fondos. Al mismo tiempo se constituyó una Comisión de Caballeros, a la cual se le confirió la dirección de las obras proyectadas, estando la ejecución a cargo de los constructores Carlos Fogeler e Hijos.

Así es que se pudo cumplir con la etapa propuesta y en un solemne acto el 11 de febrero de 1917 se procedió a la inauguración de esa parte del templo. Antes de fines de ese año fue terminado el revoque exterior, quedando así concluida provisoriamente la obra.

En marzo de 1924 se le encomendó al notable artista Antonio Fasce arreglar el altar mayor, lo que efectuó "a completa satisfacción del vecindario". También pintó las tres escenas que aún hoy se conservan en la parte superior del fondo del templo.

Al año siguiente, se colocó el piso de mosaicos del presbiterio de la Iglesia.

Al fundarse el 29 de junio de 1933 el Centro de Hombres Católicos, se impulsó la continuación de la etapa final.

Al hacerse cargo de la titularidad de la parroquia el P. Jerónimo Schöenfeld el 18 de febrero de 1940, se inició la construcción desde la cúpula con las torres incluidas, dirigiendo la obra el constructor Fogeler. Lamentablemente se interrumpieron entre los años 1941 y 1945 por falta de fondos.

Durante el año 1945, se recibió el subsidio nacional de las Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación por la suma de $ 30.000.-, lo que permitió que una vez que se hicieran todos los aprestos, el 11 de marzo del año siguiente, se diera comienzo a los trabajos de ampliación. Comprendió la nave central y las dos torres, con un total de 23 metros de largo y 11 de ancho. Las torres fueron diseñadas con una altura de 39 metros.

El 11 de marzo de 1946, escribió el P. Schöenfeld: "esta fecha quedará grabado con letras de oro en los anales de la vida católica diamantina", pues se dieron comienzo a los trabajos para finalizar la iglesia parroquial”.

En octubre de 1947 falleció lamentablemente el constructor Fogeler, por lo que asumió la dirección de la obra don Luis Taggiasco, que a su vez abandonó la tarea cuando una torre estaba terminada, por lo que asumió como capataz el Sr. Planiscig y el padre Jerónimo como director.

En 1948 se construyó la segunda torre y también continuaron los trabajos de revoque de las mismas.

Al año siguiente se comenzó la colocación de la cruz en la segunda torre, "con lo que se remató la construcción de las dos hermosas torres de un estilo arquitectónico de líneas soberbias dignas de admiración. Se ha terminado el trabajo en bruto, ahora sigue lo más delicado y más costoso: las aberturas, los revoques, las bóvedas y los adornos" comentaba el "Eco Diamantino".

El 24 de noviembre de 1949 los primeros golpes resonaron a las cuadras anunciando a los que pasaban cerca de la Parroquia que había llegado el memorable día de la colocación del techo.

En 1950, la torre que da al Oeste tenía terminado también su revoque interno y la escalera de hormigón armado que conduce al coro de los cantores.

El 24 de julio de 1950, por la mañana se escucharon los primeros golpes que producía la caída de la pared provisoria que durante largos años custodió el Sagrario, pero que desde la fecha resultaba un obstáculo a la hermosura del templo.

El acto oficial de inauguración se realizó durante la fiesta patronal del 16 de setiembre la presencia de monseñor Zenobio L. Guilland, procediendo éste además a la bendición de las instalaciones.

Posteriormente continuaron trabajos accesorios para darle su forma definitiva. En 1952 se terminó el revoque del interior, se colocaron las bóvedas del baptisterio, de la nave central, entre la entrada principal y las puertas canceles, la bóveda superior sobre el coro, más un tramo de la nave central. Luego, de julio a octubre se siguió con las bóvedas en sus dos tramos de la nave central, retirándose los andamios a fines de ese último mes. Se colocaron las tres puertas cancel: la central y las dos "de van y ven", la puerta exterior de la torre Oeste y la puerta de comunicación del hall al despacho del Párroco.

En 1953, por colecta popular se pagaron los mosaicos de la parte nueva, la colocación y arreglos de puertas y en 1958 se construyó la escalinata de entrada.

De esta manera quedó concretada la gran obra, Diamante cuenta a partir de ese momento con su templo parroquial, y sin embargo la historia sigue, vendrían luego nuevos arreglos, la llegada de los sacerdotes del Clero Secular haciéndose cargo de la Parroquia, nuevas campanas, etc. que es tema para un próximo trabajo.

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