sábado, 22 de mayo de 2010

Como se vivió el Centenario de Mayo en Diamante

Un siglo atrás, como lo hacía el resto de nuestro país, Diamante celebraba el Centenario de la Revolución de Mayo de 1810. El momento no dejaba de presentar un escenario por demás venturoso. Había señales de un progreso evidente en todos los órdenes, muchos de ellos como resultado de acciones de gobierno que se venían dando en el ámbito nacional y provincial desde hacía décadas. Corresponde comentar desde un enfoque histórico, esta visión favorable no era compartida por distintos sectores políticos, reflejándose en una creciente conflictividad social.

En el orden local, la presidencia municipal era ejercida desde enero de 1910 por don Crescencio Enrique, habiendo sido designado por el gobierno provincial, realizando así su segundo mandato. Era acompañado en su gestión por el secretario Sabá Zaragoza, el tesorero Martín Halliburton, el médico Ricardo Abelenda, el inspector Zacarías Cardoso y el portero Albino Albornoz.

En el Honorable Concejo Deliberante, los integrantes habían asumido también el primer día del año, como resultado de las elecciones efectuadas en el anterior mes de diciembre, donde había triunfado la llamada “Unión Vecinal”. La presidencia del cuerpo estaba en manos de Francisco Masó y los concejales eran José Ré, Luis Albornoz, Santiago Bonomi, Bautista Malespina y Ángel Rubano.

Diamante contaba en ese momento con unos 6.000 habitantes, sumando los de la zona urbana, chacras y quintas. La ciudad gradualmente iba evolucionando, se trataba de mejorar el estado de las calles, aunque la prioridad en ese momento era instalar un alumbrado que cumpliera mejor su cometido y reemplazara los viejos faroles que habían quedados obsoletos. Para ello, apenas comenzado el año se adquirieron 20 faroles “Lux” a kerosene con sus correspondientes columnas, mientras que en el centro de las plazas “San Martín” y “9 de Julio” ya estaban funcionando desde hacía un tiempo los dos primeros de este modelo, que “iluminaban hasta dos cuadras”, según los comentarios de los vecinos. Su instalación se realizó con premura con la finalidad de inaugurarse para la fiesta de mayo.

Otra faceta que repercutía en la comunidad diamantina, tenía que ver con la Educación. Avanzaba la gestión administrativa para levantar los edificios de la Escuela Graduada Mixta (actual “Independencia”) y de la Elemental N° 1 (actual “Manuel Alberti).

Sobre la primera se encontró con la demora en la adquisición del terreno de la familia Ruiz Moreno, sobre la que ya se había dictado su expropiación por la legislatura provincial (solar que ocupaba cuarta manzana en San Martín y Urquiza), lo que imposibilitó como era el deseo, de ponerse la piedra fundamental para mayo.

En cuánto a la segunda escuela, a pesar que se compraron los terrenos de calle 25 de Mayo, por el incumplimiento de la empresa que ganó la licitación, no se concretó la obra en ese momento (debería esperarse hasta 1928 para que ello ocurra y se inaugurara al año siguiente).

Hablando de ellas y de los otros establecimientos escolares locales, el 10 de mayo el profesor Antequeda dictó la resolución que le dio sus nombres. La norma expresaba: "Considerando: 1º: Que dentro del espíritu que inspiró la Resolución de esta Dirección General de fecha 31 de Diciembre ppdo., es conveniente designar con los nombres beneméritos patricios y de hechos culminantes de la Historia Patria a las Escuelas Superiores y Elementales de la Provincia, que aún no lo tengan, como una permanente enseñanza cívica para las generaciones que concurran a las aulas y para los pueblos donde aquellas están establecidas

2º: Que hay inconvenientes de involucrar en la presente resolución la parte dispositiva de la ya mencionada de fecha 31 de Diciembre ppdo., atento al proyecto de nomenclatura que la disposición superior ha elevado la Inspección General para las Escuelas, resuelve: Las Escuelas Modelo de Niñas, Superiores y Elementales de la Provincia llevarán desde la fecha los siguientes nombres:


Departamento Diamante: Superior Mixta "Independencia", Elemental de 1ª Clase "Manuel Alberti", Elemental de Barrio Belgrano "Álvarez de Arenales", de Protestante "Patricios", de Estación Ramírez "Blanco Encalada". Firmado: M. P. Antequeda.

El significativo momento que se avecinaba contaba además con un marco por demás auspicioso, como la llegada en 1907 del 3 de Artillería, en reemplazo del 11 de Infantería que cambió de destino, dándose los primeros pasos para construir sus cuarteles en los terrenos que se habían donados ya hacía unas décadas para la Escuela Naval, y por otro lado, el comienzo de las obras de la vía férrea hasta Crespo, autorizando la Municipalidad a la Administración Central de los Ferrocarriles del Estado a ocupar terrenos en la zona portuaria.


Febrero fue un mes de júbilo en ese sentido, al inaugurarse oficialmente su construcción con la dirección del ingeniero Schlater, acompañado por su equipo de colegas integrado por Husebis, Allan, Puchulo y Balbi. Parte de los materiales ya estaban descargados en el puerto y en breve comenzarían a llegar el restante necesario, que permitiría habilitar el ramal aludido en 1912.

Así se llegaba a la celebración del Centenario, contándose con actividades organizadas desde ya hacía tiempo. Se había formado una comisión integrada por los señores Bautista Donda, Miguel Santillana y Agustín Taquela con la responsabilidad de organizar la corrida de sortijas y juegos populares en la plaza “9 de Julio”. La Municipalidad encargó la confección de medallas para plasmar en el recuerdo tan importante acontecimiento, con la siguiente característica: Anverso: Escudo provincial y la leyenda “Municipalidad de Diamante - 1810 - 25 de Mayo - 1910”. Reverso: “Presidencia del señor Crescencio Enrique”.

Podemos recrear las actividades que se llevaron a cabo, a través de la noticia publicada en el diario “La Nación” de Buenos Aires, que expresaba:

“Diamante, 26 - Las fiestas han pasado con la mayor animación.

Desde la noche del 24, grupos de pueblo con bandas de música recorrían las principales calles vivando a la patria y sus héroes.

Al amanecer del 25 las dianas saludaron la venida del día. A la salida del sol la banda popular ejecutó el himno en la plaza Independencia, mientras el 3 de Artillería hacía salvas y formaba frente al cuartel en traje de parada.

Numerosa comitiva reunida en la Municipalidad se dirigió a la iglesia en compañía de la Sociedad Española, donde se celebró un Tedéum. Terminado este, pasó esta nuevamente a la Municipalidad, donde pronunció un discurso el Intendente, señor Enríquez, sirviéndose luego un lunch.

La concurrencia se dirigió luego a la Sociedad Española con el fin de inaugurar el edificio, cuya piedra fundamental fue colocada el 25 de Mayo del año pasado.

En este acto hicieron uso de la palabra los doctores Luis Cuesta Salamanca y José María Vergara”.

Sin duda, lo de la sede de la Sociedad Española frente a la plaza “9 de Julio” (hoy inexistente) jerarquizaba la ciudad, la Italiana comenzaba a proyectar su futuro local y teatro, aunando ellos a gran parte de la comunidad, sumándose a la aparición de los primeros grandes edificios en calle 25 de Mayo.

Sin embargo, este clima de fiesta se vio ensombrecido por el azote de una epidemia de Escarlatina que hizo estragos en las familias diamantinas, debiendo declararse la emergencia en la segunda semana de mayo y cerrarse las escuelas. Muchas fueron las víctimas sin tener en cuenta clases sociales. Algunos casos han quedado registrados como ejemplo del momento vivido. Uno de ellos fue lo de la familia del docente Luis Colli, director de la Escuela “Manuel Alberti” que entre mayo y junio, en solo 24 días perdió a cuatro de sus hijos, mientras otros tres lograron sobrevivir.

Otro caso desgarrador también fue en la familia de Domingo Trevisán, falleciendo tres de sus hijos, y en el caso de uno de ellos: Alfredo, un sentido resguardo de sus cuadernos por parte de los familiares, ha quedado como testimonio de los trabajos realizados con motivo del Centenario y otras actividades escolares hasta el mes de julio, falleciendo luego el nombrado. A pesar que en las escuelas se reabrieron las clases el 7 de junio, la “Independencia” fue la que más sufrió el rigor de la epidemia, continuando clausurada unos días más, pero no fue suficiente pues luego hubo otras víctimas como en este caso.



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El material escolar del alumno Alfredo Trevisán que ilustra la nota, fue cedido gentilmente por Cecilia Prado Trevisán a quién agradezco su atención.

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