En las vísperas de las elecciones de Diputados, en la noche del 24 de octubre tuvo lugar en la casa de Luis Sola, comerciante establecido en la campaña del Diamante y afiliado al partido echagüista, una reunión de carácter político. El Jefe Político Acebal enterado de ello, ordenó al capitán Ramón Muñoz, miembro de la dotación policial local, que fuese al lugar y les comunicara que estaba prohibido las reuniones de esa naturaleza. Muñoz cumpliendo las órdenes recibidas, se trasladó al lugar con seis soldados y les dio el parte de la Jefatura. Estos contestaron con algunos "trabucazos", de los que resultó muerto Muñoz y el sargento Serapio López. Los demás integrantes de la partida regresaron a informar lo acontecido.
Este hecho adelantó lo que debía producirse al otro día, según comentó la prensa "oficialista" pues la revolución local se pensaba llevar a cabo como bandera de protesta por el acto electoral.
Esto dio lugar a la intervención de fuerzas enviadas desde Paraná, Nogoyá y Victoria, que sumadas a las de Diamante marcharon contra los rebeldes, liderados por quien en ese momento pretendía, desde la oposición, ser el Diputado Departamental: el coronel Valentín Gutiérrez, acompañado de su yerno, el capitán Francisco Álvarez, quienes no tuvieron más remedio que huir por la campaña, pasar el Paraná, asilándose en Santa Fe, desde donde negaron su levantamiento y asegurando que ellos fueron atacados en sus casas por partidas de asesinos.
Al ingresar a la vieja galería del lado izquierdo en el cementerio de nuestra ciudad, se encuentra el nicho Nº 1, cuya lápida tiene la inscripción: "El pueblo de Diamante al valor y patriotismo del Capitán Fortunato Benitez, Tomás Villarreal, Ramón Muñoz y Sarg. Serapio López - 1883"; que pertenecía al mausoleo levantado en ese momento y luego trasladada a este lugar. Los restos de los dos primeros no corresponden a esta acción.
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