viernes, 20 de enero de 2023

SARMIENTO EN DIAMANTE


Crónica del paso del Boletinero del Ejército Grande por Punta Gorda.

En el marco de la concentración de tropas y medios ordenados por el general Urquiza en Punta Gorda, preparándose para lo que fue el cruce del Paraná, bajo la dirección del entonces teniente coronel Sarmiento y fechados en el “Cuartel General en el Diamante”, el 10 de diciembre de 1851 vio la luz la Proclama a los soldados, arengándolos ante la campaña que se iniciaba y que terminó en Caseros, mientras que al otro día, se editó el Nº 1 del Boletín del Ejército Grande de la América del Sud, dando novedades de la situación que se vivía en ese momento.
La población de Diamante era reducida, pero la importancia de la ubicación de la Villa la hacia tal vez una de las más notables desde el punto de vista político y estratégico. Al llegar diciembre, ya estaba instalado desde hacía un tiempo el Hospital Militar a cargo del Dr. Diego Pardué, distintas fracciones de tropas iban llegando de acuerdo a lo planificado y el arribo de Sarmiento, que lucía un acicalado traje militar de corte europeo, sus patillas en forma de U y su cabello cortado al rape no pasó desapercibido. Se movía entre todo ese entrevero de tropas, llevando en la parte delantera de la montura de su caballo, un pupitre y útiles para escritura, dando lugar a los más diversos comentarios, que iban de cierto respeto hasta los más grotescos.
Inicialmente el traslado de la imprenta fue todo un problema por lo pesada e incómoda, pero el comandante militar del Diamante, don Luis Hernández, al recibir la orden de tomar la plaza de Santa Fe para asegurar el momento crítico del cruce, debió traer una prensa portátil que había allí y que había sido advertido en una nota de Urquiza a Crespo, que deduzco se cumplió por los dichos posteriores al hablar de la máquina y su tamaño.
Ésta funcionó casi sin parar a partir de ese momento, publicando las órdenes del día y los comentarios del boletinero, dejando un valioso testimonio del momento. Lo acompañaron don Joseph Alexandre Bernheim, un francés muy entendido en el tema y que ofició de encargado, y los tipógrafos Pablo Coni y Benito Hortelano.
Sin duda el trabajo que más ha quedado en la memoria de los diamantinos, es el Boletín del Ejército Grande de la América del Sud Nº 3 fechado el 25 de diciembre de 1851 –el último que vio la luz en Diamante- cuando en una de las frases escribió: “El sol de ayer ha iluminado uno de los espectáculos más grandiosos que la naturaleza y los hombres pueden ofrecer: el pasaje de un gran río por un grande ejército”.
Y continuó en otro párrafo más adelante: “La Villa del Diamante ocupa uno de los sitios más bellos del mundo. Desde sus alturas, escalonadas en planos ascendentes, la vista domina un vasto panorama, masas ingentes de las plácidas aguas del Paraná, planicies inconmensurables de las vecinas islas y en el lejano horizonte, brazos del Grande Río y la costa firme de Santa Fe, punto de partida de la gran cruzada de los pueblos argentinos”.
Dejó además como parte de sus relatos de boletinero: “Viví en la casa más linda que había frente a la plaza”, que según la tradición oral se asegura que se trató de una propiedad –hoy inexistente- que estuvo situada sobre la actual calle San Martín, a mitad de cuadra.
Su sueño de vivir alguna vez en Diamante
Don Domingo también tuvo tiempo de recorrer las barrancas y lomadas, cautivado por el paisaje que tenía ante sus ojos, y no dejó en una de sus salidas acompañado de Mitre, de elegir un pedazo de tierra para volver algún día a pasar sus últimos años. Se lo comentó a Urquiza y éste le dio la titularidad del terreno, conocido desde ese momento como el “Monte Sarmiento”.
Se trataba de un cierto número de manzanas ubicadas en la planta urbana al oeste de la ciudad, demarcadas posteriormente en el plano municipal de 1888.
Luego de publicar el Boletín Nº 3, Sarmiento y su equipo embarcaron en el vapor “Blanco” que lo trasladó hasta la zona de Rosario, continuando con su tarea.
En el mes de marzo de 1852, luego de la batalla de Caseros, Urquiza desde San Benito de Palermo le ordenó al gobernador delegado refiriéndose a cinco bultos pertenecientes a la imprenta del Ejército: "Indague Ud. si en el Diamante ha dejado Sarmiento algo de lo que le pertenezca a la imprenta, para que cuando Ud. remita los bultos que le pido, me mande también lo que en el Diamante hubiere”.
Esta historia no termina aquí, pues la continúa su hija Faustina Sarmiento de Belín, nacida en Procura, Chile, en 1832, fruto de sus amores con una alumna: Jesús del Canto. Ella se casó con el imprentero francés Julio Belín, dando origen a la familia Belín Sarmiento, dándole por lo menos un nieto: Julio Belín, el que estuvo acompañando a su abuelo en el momento de morir en 1888.
El 13 de diciembre de 1897, Faustina presentó una nota en la Municipalidad de Diamante como heredera de su padre, reclamando los derechos de posesión de ”una suerte de chacra, que desde entonces había sido reconocida y designada con el nombre de “Monte Sarmiento”.
En la fundamentación, expresó que el dato había sido citado oficialmente por su padre en el discurso pronunciado al inaugurar el tramo de ferrocarril de Concordia a Federación, en el año 1874.
Lamentablemente no han quedado registros de la respuesta dada a esta presentación y prácticamente a pasado al olvido el lugar, que fue parte de un sueño de uno de los tantos hombres que pasaron por Diamante.
Imagen: Sarmiento reproducido en el cuadro de Emilio Caraffa



CASAS DE TOLERANCIA EN DIAMANTE

 CASAS DE TOLERANCIA EN DIAMANTE

Por Ricardo César Brumatti
Como rezagos de una etapa que Diamante progresaba favorablemente en muchas facetas en las primeras décadas del siglo XX, empujadas por disponer de un puerto que recibía innumerables barcos con su tripulación que permanecía temporalmente acá, un ferrocarril cuyas cargas finalizaban justamente en él, el Regimiento 3 de Artillería, que en un momento llegó a tener en sus filas casi 1000 soldados junto al cuerpo de Oficiales y Suboficiales y una sociedad con hábitos y costumbres muy de la época, dio lugar a la existencia de las llamadas Casas de Tolerancias.
Aunque es un tema que en general no se toca públicamente, aún se escucha en reuniones masculinas anécdotas e historias de algunas de ellas. También gente muy grande comenta de haber sido llevados por sus padres a “debutar” siendo atendidos por pupilas “preparadas” para eso. No faltaban aquellos parroquianos que solo iban a tomar un vermouth con sus amigos como si fueran a un bar.
Creo que no hay que escaparle a una cuestión social que existió incluso cubierta con disposiciones municipales que regían sus funcionamientos, con controles médicos e inspecciones de salubridad, y con el respeto y altura, y que gracias a nuevas leyes se han ido erradicando tras los nuevos paradigmas sociales y tratar de darle dignidad a tantas mujeres, muchas veces captadas por personajes oscuros.
En el caso de Diamante llegaron a funcionar tres casas, cada una numerada oficialmente del 1 al 3, además de varias que no se registraban.
Una de las Ordenanzas más completas en ordenar las disposiciones que las regían, fue la publicada en 1916, en cuyo Art. 1 definía “se entiende por casa de tolerancia la que está habitada por prostitutas y autorizadas por la Comisión Municipal”. Seguramente, las otras recibían una denominación más popular.
Continuaban otros artículos, en el 4° limitaba la ubicación de las casas, no pudiendo sobrepasar la calle San Lorenzo hacia la ciudad.
Entre algunas obligaciones que debían cumplir las pupilas, lamentablemente estaban sujetas a la prohibición de concurrencia a las plazas, parques, paseos, teatros, cafés o lugares de reunión pública. También tenían horario de salida a la calle solo los días lunes entre las 12 a las 19 Hs. Es decir cumplían una rigurosa y penosa vida, que parecía hasta normal para la sociedad, debiendo extender la concurrencia a todas las clases sociales.
Ha quedado como testigos de esa época las disposiciones que se editaban y que era obligación exhibirlas para conocimiento de todos, y las libretas que debían tener cada pupila con sus datos y registro de los controles médicos que periódicamente realizaba el médico municipal. Además como curiosidad, una de las Casas, que adquirió mayor renombre durante mucho tiempo, emitió un cospel metálico que valía por un servicio, en una de sus caras tenía las iniciales de la propietaria, era abonado antes de entrar a la habitación y se lo entregaban a la muchacha, que luego rendía con la gerenta.
A pesar que una Ley de 1937 prohibía este tipo de establecimiento, sabemos que en pueblos como el nuestro continuaron funcionando, muchas veces con la “vista gorda” de autoridades que debían tomar cartas en el tema.
Imágenes:
Reglamento para las Casas de Tolerancia
Libreta para las pupilas
Cospel para un servicio
NOTA: TODO COMENTARIO IMPROCEDENTE SERÁ ELIMINADO








P. JERÓNIMO SCHÖENFELD

 20 de enero 1990 - FALLECIMIENTO DEL P. JERÓNIMO SCHÖENFELD

El P. Schöenfeld nació el 9 de setiembre de 1909, hijo de Juan Schöenfeld y Bárbara Gallinger. Su Ordenación fue el 7 de octubre de 1934. Fue designado en Diamante y tomó posesión canónica el 22 de febrero de 1940. Durante su gestión impulsó la construcción de la segunda parte del actual templo parroquial, desde la cúpula con las torres incluidas, siendo el factor gravitante para que esta gran obra llegara a feliz término.
Otra faceta la cumplió en el área de la Educación, ejerciendo como docente en la Escuela de Artes y Oficios de Diamante como Maestro de Religión entre el 1º de mayo de 1944 hasta el 31 de diciembre de 1949 en que renunció. Allí se dio cuenta de los numerosos jóvenes que no asistían a la escuela, por la edad que tenían o porque ya trabajaban y no eran contenidos en sus necesidades de formación.
Desde la Parroquia realizó todas las gestiones necesarias, logrando que comenzara a funcionar una escuela como la Nocturna Particular Nº 150, siendo su primer Director el entonces joven Daniel Mernes.
No es fácil dilucidar los entretelones para que se decidiera fiscalizarla, pero seguramente fue el P. Schöenfeld que deseando asegurar la continuidad de la escuela y la necesidad de contar con los elementos y partidas suficientes para ello, que conjuntamente con las autoridades educativas, llegaron a tomar esta decisión por Decreto Nº 2346 M.E. de fecha 24 de setiembre de 1952, cumplimentándose el 10 de noviembre, suscribiéndose el acta respectiva por parte del subinspector escolar Reynaldo R. Mernes, a los efectos de operar la transferencia decretada y dar posesión al nuevo personal designado.
De esa manera, a partir de ese momento y con la dirección de la Sra. María García de Buschiazzo comenzó a funcionar como de la Escuela Fiscal Nocturna Nº 41, la que luego recibió el nombre de “Pedro Goyena”.
Además de su tarea pastoral, incursionó en política, asumiendo el 4 de junio de 1952 como Concejal representando al Partido Peronista, siendo elegido por sus pares Vicepresidente 1º del H.C.D.
En este cargo permaneció hasta agosto del año siguiente, cuando renunciaría por ser trasladado a Valle María por las autoridades eclesiásticas. Posteriormente residió en San Salvador de Jujuy, donde falleció.






PRIMER EDIFICIO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE SS. MM. EN DIAMANTE

 

Interesante y valiosa postal de ese histórico y modificado edificio. Su construcción se remonta a 1910, aprovechando la donación del terreno a la Sociedad Española de SS. MM. por parte de la Sra. Gregoria Varela de Taquela, de 40 varas de frente a la plaza "9 de Julio" (ángulo SO Mza. 171) con destino a edificar la sede social. Se contrató al constructor Fogeler para construir un salón, cuya Piedra Fundamental se colocó el 25 de Mayo de 1909, confeccionándose una medalla con la inscripción al anverso: “Homenaje a la República Argentina – Piedra Fundamental”. Tiene los escudos argentinos y español en sobre relieve. Al reverso una imagen de un frente artístico con la leyenda “ Sociedad Española de Socorros Mutuos – Diamante E.R. 25 de mayo de 1909”

Un año después, también el 25 de mayo, después del acto en la M.D., la concurrencia se dirigió luego a la Sociedad Española con el fin de inaugurar el edificio.

Esta sintética crónica continúa cuando la Sociedad  adquiere en remate las Mzas. 206 y 207, inaugurándose en 1924 el actual Parque España, finalizando que con motivo de la pavimentación de las calles de la Ciudad y la imposibilidad de pagar las deudas con Banco Hipotecario y Empresa de Pavimentación, el 17 de enero de 1940 se vendió el local social (calle 9 de Julio y Bs.As. - actual Dr. Malespina) a la Sociedad Unión Líbano - Sirio de SS. MM.